Una mesa informativa recuerda hoy en la Plaza de Santo Domingo la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, con el fin de intentar eliminar los tabúes y miedos que rodean a estas enfermedades. Algo está cambiando, no obstante, porque “cada vez se acerca más gente a preguntar” a estas mesas que cada año instala Asociación de Familiares, Amigos y Usuarios pro Salud Mental en la capital, asegura una de sus terapeutas ocupacionales, Rocío Baena.
“Parece que cada vez hay menos miedo, vienen familiares a preguntar cómo podemos ayudar a sus enfermos, y sobre todo, jóvenes enfermos”, explica Rocío, aunque no hay que levantar la guardia, porque “la enfermedad mental aún está muy estigmatizada”.
Con campañas informativas como esta, precisamente, se intenta acabar con estos tabúes. Rocío recuerda que una enfermedad mental “podemos tenerla cualquiera en un momento dado, por eso es tan necesario que se conozca y que se investigue y ayude a estas asociaciones”.
Esta asociación se creó en 1992, y aunque empezó en Alcohete, desde 2008 ocupa una sede en la calle Felipe Solano Antelo de la capital. Ya cuenta con 300 socios entre usuarios, familiares y profesionales, y atiende a algo más de un centenar de enfermos mentales de acorde al perfil de su enfermedad: esquizofrenia, depresiones, trastornos de la personalidad o la alimentación, entre otros.
Sin embargo, Rocío señala que aún hay muchos enfermos sin diagnosticar, y que mientras, no pueden ser ayudados. “Si el enfermo o sus familiares no se acercan a nosotros a informarse, no podemos ayudarles”, explica esta terapeuta, que hace hincapié, sin embargo, en que “con ayuda, cualquier enfermo mental puede llevar una vida lo más normalizada posible”.
Cómo ayudan a los enfermos
Esta asociación pro salud mental cuenta con varios programas de ayuda a sus enfermos, como Apoyo a la inserción laboral; Acompañamiento y ocio; Atención domiciliaria; Educación de adultos; Psicoterapia de grupo; o Alojamiento en viviendas supervisadas, un total de cuatro, que es sin duda lo más solicitado por los enfermos, que comparten casa acompañados por profesionales, con los que hacen rehabilitación diaria.
Lo importante es que los enfermos sepan que no están solos y pueden contar con apoyo y ayuda en su vida diaria, como le sucedió a José. “Antes de conocer a AFAUS lo desconocía todo, ahora me siento arropado y acompañado, ya no estoy solo, me han ayudado mucho”. José es uno de los enfermos que viven en viviendas supervisadas, y solo tiene buenas palabras para esta experiencia.
“Me encuentro muy bien, aparte de contar con ayuda y no estar solo, es que no podría vivir de otra manera con mis 400 euros de pensión”. César, otro enfermo que colabora con la mesa informativa, cuenta que sale adelante gracias a un tratamiento psicológico y la ayuda de su madre y de su novia, aunque cree que “se podría hacer mucho más por nosotros”. Por eso, de momento tiene que seguir celebrándose el Día Mundial de la Salud Mental.
Un manifiesto para recordar el valor de la salud mental
Este año, por primera vez, el lema del Día Mundial de la Salud Mental es: “Afronta el reto: Colabora en la mejora de la Salud Mental”. Desde la asociación AFAUS reivindican sus “derechos como personas a ser escuchados y comprendidos por la sociedad”, para lo cual solicitan a través del Manifiesto del Día Mundial de la Salud Mental:
1.- Mayor presupuesto para la salud mental e investigación.
2.- Más ayuda para las pensiones, sobre todo las no contributivas, para mejorar la calidad de vida.
3.- Luchar contra el estigma social y laboral por medio de campañas de sensibilización.
4.- Más viviendas tuteladas y residencias, rehabilitando edificios públicos en desuso, ya que la Constitución Española establece el derecho a una vivienda digna.
5.- Más plazas en la oferta pública y más cursos para las personas con discapacidad.
6.- Que se cumpla la norma que establece que las empresas privadas contraten un porcentaje de personas con discapacidad y que se vigile su cumplimiento.
7.- Aumentar el número de profesionales en los distintos centros de salud mental de Castilla La Mancha.
8.- No hacer recortes en Salud Mental, ya que somos uno de los grupos más desfavorecidos.
9.- Que se respeten las subvenciones y lleguen a tiempo a los profesionales y talleres ocupacionales.
10.- Aunque sabemos que los años venideros van a ser malos económicamente, pedimos a quienes corresponda que se comprometan y tengan en cuenta nuestras peticiones, ya que somos un colectivo cada vez más grande.
Las subvenciones no llegan
Precisamente en el aspecto económico las asociaciones de discapacitados en general están atravesando momentos difíciles, y AFAUS no es ajena a esta situación. “Las subvenciones no llegan, la Fundación Sociosanitaria no nos paga desde abril, y los trabajadores no cobramos desde junio, subsistimos con créditos”, apunta una de las terapeutas ocupacionales de la asociación. La situación es crítica. “Llegará un momento que no podamos pagar la luz o el teléfono de la asociación”, se teme Rocío.
Los que salen perdiendo, como siempre, son los propios enfermos, que con sus 400 euros de pensión no contributiva no podrían subsistir sin la ayuda de estas asociaciones. El 75% de su pensión se destina a sufragar las viviendas supervisadas donde viven, los que la necesiten, y el resto es organizado y repartido – unos 5 euros semanales- por los terapeutas para otras necesidades, las pocas que pueden tener, como tabaco o café.